martes, 11 de enero de 2011

Mi hijo vale.

El 10 de noviembre del año pasado, TVE 2 emitió el documental mi hijo vale, del programa de la misma cadena Comando actualidad. Este documental, muestra un día en la vida de niños de entre tres a quince años que, por diversas motivaciones, realizan actividades con el fin de triunfar. Entre las actividades que realizan los niños encontramos, desde actrices de doblaje  hasta cantaoras de flamenco sin olvidar, por supuesto, los niños deportistas.

Muchos de estos niños empezaron muy jóvenes, aunque algunos aún lo son, a practicar deporte con vistas a ser los mejores del mundo e incluso algunos de ya son campeones de España. Vemos, a lo largo del documental, que tanto el entrenamiento como los valores que se les transmiten están orientados al éxito, deportivo en este caso, y a la consecución de algún título.

Nos parece curioso que, en el vídeo, cuando se les pregunta tanto a padres, entrenadores o niños por el origen de esta motivación tan fuerte hacia el deporte todo el mundo evite contestar la pregunta o, simplemente, divagar en su respuesta. A nuestro entender, la mayoría de padres tienen intereses en el éxito de su hijo ya sean económicos, sociales o de satisfacción personal. Por lo tanto, ante este vacío nos vemos obligados a replantearnos la pregunta ¿Son los padres los que impulsan a sus hijos a practicar deporte a tan corta edad o, por el contrario, son los propios niños los que desean practicar ese deporte? En nuestra modesta opinión, creemos que los padres son los que introducen en el mundo del deporte a sus hijos y los que enfocan éste hacia una visión elitista para que sus hijos puedan triunfar. Posteriormente, son los propios niños los que aceptan estos valores y exigencias del deporte como propios. Esto se debe, en gran medida, a que toda su vida está envuelta del deporte y la mayoría de relaciones sociales de estos niños también pertenecen al mundo deportivo.

Por otro lado, es muy frecuente encontrar a monitores o entrenadores con un bajo nivel formativo entrenando a niños que requieren unas capacidades y atenciones especiales que difícilmente se pueden tener en cuenta si no se ha recibido una formación adecuada. La mayoría de estos entrenadores tienen títulos deportivos bajos, en caso de que lo posean, que hace a su vez que la calidad de sus entrenamientos sea igualmente baja. ¿Por qué sucede esto? muy sencillo, por que la legislación Española no regula el mercado laboral deportivo. El único reconocimiento que las leyes Españolas dan a la licenciatura de educación física y deporte o al magisterio de educación física está vinculado a los puestos de profesores en colegios e institutos. Por lo tanto, todos los demás puestos de trabajo relacionados con el deporte puede ocuparlos cualquiera.

Por último, como podemos ver en el vídeo, el esfuerzo de los padres para conseguir que sus hijos sean unos campeones es enorme tanto económico como físico. La mayoría de ellos ha gastado importantes cantidades de dinero para que sus hijos puedan entrenar y reciban la mejor formación posible. Hay padres, según el vídeo, que gastan hasta diez mil euros para que sus hijos puedan entrenar. Otro sacrificio, que aparece menos en el documental, pero que es muy importante para los padres es el físico. Dedican cientos de horas a los entrenamientos, desplazamientos caros y muy largos, su ritmo de vida, etc. para satisfacer a sus hijos y en algunos casos ver realizados sus sueños a través de ellos.

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